Es necesario disponer de una planificación del estudio en la que estén comprendidos los contenidos de las distintas asignaturas, repartidos convenientemente, con arreglo a una distribución del tiempo bien pensada.
Para ellos es necesario establecer un horario que nos ayude a crear un hábito de estudio diario y que nos evite perder tiempo innecesario.
Cuando confeccionemos el horario tenemos que tener en cuenta: · Debe tener carácter semanal.
· A la hora de estructurarlo hay que tener en cuenta todas las ocupaciones fijas que hacemos, es decir, las actividades extra escolares.
·Decidir cuanto tiempo dedicar a cada asignatura.
·El grado de dificultad que presenta la asignatura.
· Alternar aquellas asignaturas que son de nuestro agrado y facilidad con las que presentan un mayor esfuerzo.
· El horario debe ser flexible y realista, esto significa que no tiene que ser tan duro que sea imposible de cumplir.
· Recuerda que tienes que tenerlo siempre a mano y a la vista.
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